Justamente en tiempos de incertidumbre son las renovables las que pueden proporcionar la certidumbre a largo plazo que requieren los mercados. Ya que son los gobiernos los responsables de impulsar de manera directa o indirecta el 70% de las inversiones en el sector energético a nivel mundial, es fundamental que el sector de las energías renovables esté incluido dentro de los programas de estímulo a la economía, entre otras por las siguientes razones:
- La recuperación a corto y mediano plazo de la actividad económica debería estar alineada con objetivos de largo plazo como la sostenibilidad de las inversiones en un contexto de transición energética,
- El carácter descentralizado de las energías renovables las convierte en una fuente intensiva de trabajo proporcionando alivio a países en busca de nuevas alternativas de empleo para la población afectada laboralmente durante la crisis,
- De todas las formas de generación eléctrica, la solar y eólica son las tecnologías que presentan menores sobrecostos y retrasos en su fase de construcción , por lo tanto, son las más confiables al momento de querer reactivar de manera rápida el sector de generación a medida que se incrementa la demanda energética.
- El ambiente actual de bajos costos financieros que se mantendrá en una fase de estímulo económico, es favorable para proyectos de mayores costos de capital que de operación, como en el caso de las renovables, y
- Parafraseando la crisis sanitaria actual, la adopción de las renovables es la mejor vacuna de independencia energética para que los gobiernos puedan lograr la inmunidad frente a la volatilidad de los precios de las energías fósiles, gracias a sus costos predecibles a largo plazo.
Finalmente, es importante resaltar que, inclusive antes de la aparición del COVID-19, los esfuerzos de descarbonización de la economía no han sido suficientes para mantener al planeta en una senda realista y así poder cumplir el objetivo común de reducir las emisiones netas de carbono a cero al año 2050. Tal vez ahora, que conocemos exactamente cómo podemos contribuir de manera individual a la solución de problemas globales, como una pandemia, seamos más conscientes de que tenemos todas las herramientas a la mano, en forma de sol, viento y agua, para alcanzar ese objetivo.