El regreso al lugar de trabajo va acompañado de una mezcla de entusiasmo y cierta resistencia a volver a la rutina durante casi todo un año.
La reincorporación al puesto de trabajo y la vuelta al entorno laboral, donde pasamos dos tercios de nuestro tiempo, es más fácil si va acompañada de nuevos objetivos que nos hagan comprobar que desde una pequeña oficina se puede cambiar el mundo.
EnerLife, empresa especializada en energía solar fotovoltaica, lanza el reto a las empresas de convertirse, este comienzo de curso, en motor del cambio, transformando el lugar de trabajo en un espacio más sostenible. No es difícil, solo hace falta cambiar pequeños hábitos de consumo que nos hagan adquirir una actitud más responsable y ecológica.
1. CREA UN RINCÓN PARA RECICLAR
Las oficinas generan una gran cantidad de residuos cada día: papeles, cartuchos de tinta, bolígrafos gastados, botellas y vasos de plástico, etc. La realidad de cada día nos dice que es necesario crear una cultura de reciclaje. Una idea sencilla es crear un espacio con varios contenedores, indicando qué desechos van en cada uno. Puede que al principio cueste un poco pero, en cuanto se cree el hábito, toda la oficina contribuirá a la separación de residuos, de forma que tengan una segunda vida. ¡Un pequeño gesto con una gran repercusión!
2. APUESTA POR EL MATERIAL RECICLADO Y LA DIGITALIZACIÓN
Vivimos en la era de la tecnología y, sin embargo, continuamos haciendo un enorme gasto de papel. Digitalizar los documentos no solo supone un ahorro en papel sino de espacio de almacenamiento y además permite compartir rápidamente la información con compañeros y clientes. La nube es un buen sistema de trabajo, así como tomar notas directamente en soporte digital. En algunos casos son imprescindibles los documentos físicos, pero para eso también existe una opción ecológica: el papel reciclado. Una tonelada de este papel ahorra más de 250.000 litros de agua y evita la tala de 17 árboles. ¿Necesitas más datos para dar el cambio?
3. AHORRA EN LUZ Y CALEFACCIÓN
Las mayores partidas de consumo en oficinas corresponden a la luz, la calefacción y el aire acondicionado. La forma más rentable de asumir esto es generar la propia energía aprovechando la luz del sol pero, mientras no se dé el salto al autoconsumo mediante placas solares, existen maneras de reducir el gasto a través de pequeños gestos.
Sacar el máximo partido a la luz natural es uno de ellos. Además, tiene enormes beneficios para la salud y la motivación de los trabajadores. Acostumbrarse a apagar las luces de lugares de paso o salas comunes que suelen quedarse encendidas, cambiar las ampolletas por leds o de bajo consumo o apagar la pantalla del computador durante el tiempo de descanso es otro modo de reducir el gasto energético. En cuanto a la regulación de la temperatura, basta saber que lo más eficiente es mantener una temperatura estable, en torno a los 24º en invierno y 20º en verano, sabiendo que cada grado extra presenta más de un 5% de incremento del consumo.
4. DECLARA LA GUERRA AL CONSUMO FANTASMA
Hay otro hábito generalizado que supone consumo energético innecesario en muchos lugares de trabajo es el consumo fantasma. Los computadores, tablets, teléfonos e impresoras conectados permanente a la red, aunque no se estén utilizando, generan un gasto energético que se podría evitar. Hoy existen modos de regularlo, como las regletas inteligentes anti stand by, que se encienden y se apagan sólo cuando los dispositivos están en funcionamiento. ¡Echa de tu oficina a los fantasmas!
5. APUESTA POR EL VERDE
Otra forma de transformar tu oficina en un espacio limpio y ecológico es instalando plantas que, a la vez que decoran el espacio haciéndolo más acogedor, mejoran la motivación y el bienestar. Las plantas no solo aportan humedad, sino que son capaces de absorber parte de las radiaciones que emiten los aparatos electrónicos. Las plantas o las paredes verdes, tan frecuentes en las oficinas sostenibles, generan además un buen clima entre los compañeros y, según diversos estudios, mejoran la productividad.
Hay muchos modos de que el día a día en el trabajo sea más ecológico y respetuoso con el medioambiente, solo hace falta un pequeño cambio en las rutinas diarias. Si se aplican estos cinco consejos, el ahorro a final de año será notable y el clima laboral mucho más saludable.